De la duda a la acción: la importancia de la toma de decisiones oportunas

Todas sabemos lo que es estar en un día atareado, con una lista de pendientes larga y que sigue creciendo… En esos casos, la toma de decisiones oportuna no es un lujo, es un salvavidas cotidiano.
La toma de decisiones es un reto constante y con un gran impacto. Cada decisión que tomamos nos lleva al lugar en el que queremos estar y la forma en la que queremos vivir. Si bien, la toma de decisiones está presente en todos los aspectos de nuestra vida, el ámbito laboral tiene un tipo especial y algo complejo. Se trata de un ejercicio constante con días mejores que otros, pero les comparto algunas reflexiones y estrategias que podrían ayudar a que, siendo eficientes, logremos estar más en paz al tomar decisiones.
El manejo de la presión
Cuando estamos bajo presión, nuestro cerebro tiende a simplificar la información usando atajos mentales y a dejarnos llevar por las emociones. En un estudio reciente, encontraron que las personas que se sentían con el tiempo encima describían riesgos y beneficios de forma más polarizada y confiaban más en las sensaciones inmediatas que en el análisis racional.
Lo anterior, es un claro ejemplo de la importancia de tener una metodología sencilla que nos ayude a tomar una decisión más allá de la presión o nuestras emociones en ese momento. A cada persona le funciona algo distinto, pero una idea podría ser seguir los siguientes cinco pasos:
- Definir claramente el problema. Es importante entender realmente el fondo de lo que requiere atención o el objetivo concreto.
- Evalúa las opciones. En este punto en importante mantener las opciones dentro de lo alcanzable y realista para poderlas implementar y no agregar presiones innecesarias.
- Establece la prioridad. Habrá casos que sea el tiempo, otras el fondo, otras el impacto y las consecuencias, etc.
- Confía en tu criterio e intuición. Seguramente ya has estado en situaciones similares y has aprendido lo que funciona y lo que no. Esa experiencia vale y bajo presión puede ser una buena consejera.
- Implementa lo que hayas decidido, pero con flexibilidad. Una vez que hayas tomado una decisión, deja de pensar en las otras opciones o si algo hubiera funcionado mejor, pues solo te va a quitar tiempo y claridad mental. Solo no caigas en lo cuadrado, trata de adaptarte a la situación, pues son pocas las veces que todo se logra como lo planeamos. Corrige sobre la marcha, pero sin dejar de avanzar.
El combustible: mente y cuerpo en sintonía
Tomar buenas decisiones requiere claridad mental, misma que se construye lejos del escritorio. Un estudio reciente de University College London encontró que realizar 30 minutos de actividad física moderada mejora la memoria de trabajo y la capacidad de resolución de problemas, incluso hasta el día siguiente. Es por ello que vale la pena mantenernos activos y durante el día tratar de caminar un poco o hacer estiramientos cortos. Ese reset físico genera lucidez y nos ayuda a distinguir lo urgente de lo importante.
Pausas que valen oro
Una mente cansada no es eficiente. Es importante hacer pausas. Una de las metodologías más famosas es la "Pomodoro", la cual cosiste en trabajar sin interrupciones por 25 minutos y luego descansar 5 minutos. Repetirlo 4 veces y tomar un descanso más largo de 15 a 30 minutos.
Hay situaciones o tareas que no permiten tener interrupciones tan seguidas o cronometradas, pero hay que tratar de hacer pausas para liberar tensión, al menos cada hora para respirar conscientemente y quitar la vista de la pantalla.
No hay que subestimar la importancia del descanso de calidad que recarga energía para el día siguiente.
El valor de la pequeña reflexión
Antes de empezar mi día y después de cerrar la computadora, me regalo unos minutos para anotar:
- Al menos tres cosas por las que estoy agradecida.
- Una lección aprendida y las decisiones que me llevaron a ella.
Esto me ayuda a aprender de mis experiencias y se consiente de que siempre hay algo por lo que estar agradecida.
Compartir la carga
Cuando tenemos personas en nuestro equipo que pueden ayudar, no hay que desaprovecharlo. Hay que aprender a delegar y ayudar a las demás a crecer, dándoles la oportunidad de aprender. Invertir tiempo en enseñarle a alguien, nos ayuda a estructurar nuestros pensamientos y hace que, con el tiempo, la carga de trabajo se distribuya.
La vida no se detiene y el ritmo se mantiene acelerado, pero hay que intentar ser mejores y cuidar de nosotras mismas. Mantener el balance y la claridad es un reto constante, pero hay herramientas que nos pueden ayudar con esto. Las anteriores solo son ideas, pero cada quien debemos buscar lo que nos funcione y se adapte a nuestra realidad.
La toma de decisiones define cómo trabajamos y cómo vivimos. Seamos conscientes de nuestras decisiones y la forma en la que llegamos a ellas. Después de todo, quien decide asertivamente es también quien aprende a tomar una pausa, respirar y volver con energía renovada.
*El contenido de este artículo es publicado bajo la responsabilidad de su autora y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.
Referencias:
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Bloomberg, M., Brocklebank, L., Doherty, A., Hamer, M., & Steptoe, A. (2024). Associations of accelerometermeasured physical activity, sedentary behaviour, and sleep with nextday cognitive performance in older adults: A microlongitudinal study. International Journal of Behavioral Nutrition and Physical Activity, 21, Article 133. https://doi.org/10.1186/s12966-024-01683-7