Que no quede en nosotr@s: reflexiones de la maternidad y desarrollo profesional en el sector legal
Cynthia Ibarra
21 de Enero, 2025

Siempre supe que quería ser mamá, pero lo veía como algo lejano. Hace algunos años pensaba que para ser mamá en el sector legal había que estar “lista”, ser socia o directora y tener las cosas “perfectamente acomodadas”, visualizando que estando en una posición de liderazgo contaría con una estabilidad laboral y económica, que me permitiera combinar las facetas de mamá y abogada. A veces las cosas no suceden precisamente como lo planeamos, hace 6 años mi vida estaba lejos de estar “perfectamente acomodada” y de pronto me encontraba aventurándome a este viaje llamado maternidad y de una manera no tradicional, siendo soltera, sin una pareja y/o compañero de crianza, en mi tercer año como asociada, y lejos de mi familia. 


Cada siguiente nivel de tu vida, requiere una versión diferente de ti, y eso es en lo que tenía que enfocarme ¿ser mamá y abogada? ¿cómo enfrentarme a mi nueva realidad? ¿cómo “sobrevivir”? ¿cómo seguir creciendo?. Estaba sola. No siempre tuve las respuestas, pero sabía que tenía que irlas construyendo. Porque en definitiva no es lo que sucede, sino como reaccionas ante ello y estaba claro que el camino cambiaría, pero el objetivo era el mismo. 


Me he enfrentado a muchos retos y desafíos tanto en el ámbito profesional como personal, los cuales han ido cambiando (o evolucionando) según la etapa (de mamá o abogada) en la que me encuentre, pero que al final se han convertido en grandes aprendizajes y me han convertido en quién soy. La maternidad ha sido mi mayor motor, impulso, pero sobre todo, detonante de habilidades clave para mi desarrollo profesional. Agradezco a l@s que han sido parte de este proceso, l@s que han creído en mí (y a quienes no).


Es importante que tod@s desde nuestra trinchera continuemos trabajando en combatir los retos, desafíos, o barreras a las que nos enfrentamos las abogadas durante nuestro camino, para poder lograr nuestros objetivos profesionales y nuestros proyectos de vida personal, porque en definitiva no deben ser excluyentes unos de otros. Los beneficios de lograrlo, serán para tod@s.


Para ello, es importante hacer conciencia de algunos de los retos de las mujeres en el mundo laboral. Además del “techo de cristal” (barreras invisibles que enfrentamos las mujeres cuando intentamos avanzar en nuestras carreras que impiden alcanzar posiciones de liderazgo), cuando nos convertimos en madres, podemos enfrentarnos al “muro materno”, (discriminación debido a nuestras responsabilidades de cuidado reales o percibidas incluyendo suposiciones sobre compromiso y competencia después de tener hij@s, asignación de tareas menos desafiantes, no consideraciones para ascensos, salarios menores a los de los hombres o mujeres sin hijos), pero sobre todo, a nosotras mismas.


El camino no ha sido fácil, pero hoy después de varios años puedo decir que he logrado combinar mi rol de mujer, mamá y abogada (de tiempo más que completo) y seguir construyendo y avanzando en mi camino. Pero los retos apenas comienzan. Algunos consejos que podrían ayudarnos a que esto sea posible (sigamos sumando a la lista):


  1. Seamos responsables y tomemos control de nuestra vida. Nadie va hacer las cosas por nosotr@s.
  2. Entendamos nuestra realidad definamos nuestros objetivos y prioricemos. Tomemos decisiones.
  3. No nos comparemos con otr@s. 
  4. Hagamos un plan de acción e implementémoslo: reconozcamos y trabajemos en nuestras áreas de oportunidad y desarrollo de habilidades.
  5. Confiemos. Abracemos el cambio, seamos flexibles, capaces de transformarnos y reinventarnos.
  6. Planifiquemos, organicemos y administremos tiempos.
  7. No dejemos de prepararnos. Siempre hay más que aprender. Identifiquemos y comprometámonos con nuestras causas.
  8. No tomemos nada personal y rodeémonos de personas asertivas. Nos dejemos presionar por expectativas ajenas o sociales pero sobre todo, no nos juzguemos.
  9. Construyamos una red de apoyo, trabajemos en equipo y construyamos una red profesional.
  10. Agradezcamos. Reconozcamos nuestros logros y elijamos nuestras batallas.
  11. Dejemos los prejuicios y culpas. Apostemos por calidad sobre cantidad.
  12. Compartamos nuestras experiencias. Participemos en programas de mentoría y seamos mentor@s de futuras generaciones.
  13. No asumamos, cuestionemos y propongamos. Aprendamos a escuchar, comuniquemos nuestras necesidades o expectativas y pidamos retroalimentación.
  14. Aprendamos de nuestras experiencias y de las de otros.
  15. Informémonos, atrevámonos, participemos, busquemos o trabajemos en crear nuestras propias oportunidades, iniciativas o sumémonos a las que hay.
  16. Seamos resilientes y construyámonos desde cualquier situación.
  17. Acomodemos nuestras piezas, esperemos, construyamos, y demos el salto en el momento indicado.
  18. Conozcamos el lugar en el que estamos. Cada lugar es distinto. Reconozcamos cuando sea momento de un cambio.
  19. Ayudemos. Aprendamos a pedir ayuda, alcemos la voz y tratemos de ser agente de cambio.
  20. Hagamos pausas y sigamos avanzando. Caigámonos, levantémonos, ajustemos y desajustemos.
  21. Seamos human@s y seamos impefect@s. Reflexionemos, auto cuidémonos (física y mentalmente), pero sobre todo, disfrutemos el proceso. 


Sigamos trabajando para que las mujeres no tengan que enfrentarse a tener que decidir entre ser mamás o tener éxito profesional en el sector legal, sacrificando sus sueños, metas y opten por: (i) retrasar la maternidad, (ii) no ascender ni asumir puestos de mayor responsabilidad (por ende de mayor crecimiento económico), (iii) trabajar en una organización o sector distinto, (iv) dedicarse únicamente al cuidado de la familia, y no por una convicción personal real, sino por falta de oportunidades, y organizaciones con estructuras que permitan realmente no solo compaginar la vida profesional y familiar (incluyendo a los diversos modelos de familias de la actualidad), sino tener un verdadero crecimiento, causando entre otras, una fuga de talento femenino en el sector, por lo que es necesario que sea prioridad en las agendas de las organizaciones la promoción, generación e implementación de iniciativas y políticas reales que permitan a las mujeres contar con las herramientas necesarias y la creación de espacios profesionales incluyentes para el desarrollo y crecimiento, que permita a las abogadas acceder a puestos de liderazgo.


Aún falta un gran camino que recorrer. Ninguna ley o política será suficiente. Como organizaciones, tomadores de decisiones y como abogadas en cualquier posición en la que estemos, debemos trabajar en conjunto para ser el cambio que deseamos ver para las mujeres en el mundo del sector legal. Cerremos los ojos y reflexionemos ¿qué quisiéramos para nuestros hij@s o las próximas generaciones? ¿que sean felices, luchen y cumplan sus sueños? ¿estamos predicando con el ejemplo?. Nunca es suficiente. Siempre habrá algo más que hacer. El camino no es fácil, pero siempre valdrá la pena. Que no quede en nosotr@s.


Nota: Nota: De acuerdo con datos del INEGI, en el cuarto trimestre de 2023, tres de cada 10 mujeres que eran madres también eran jefas de hogar (11.5 millones). Del total de mujeres encuestadas de 15 años y más con al menos un hij@, 46.5 % estaba casada, en unión libre 20.5 %, viudas 12.0 %, solteras 10.4 %, separadas 7.5 % y divorciadas 3.1%.


*El contenido de este artículo es publicado bajo la responsabilidad de su autora y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.

Cynthia Ibarra

Cynthia Ibarra es Asociada Senior en Chávez Vargas Minutti en las áreas de Financiamiento de Proyectos e Infraestructura y Afiliada de Abogadas MX. Es Licenciada en Derecho por la Universidad Panamericana y Maestra en Instituciones de Derecho Financiero por dicha Universidad. Participó en las mesas de discusión para la Adhesión de la firma a los Estándares de Diversidad e Inclusión de los Despachos en México y recientemente cofundadora del Comité de Diversidad e Inclusión de la firma.

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