De la Sororidad al Éxito: Impulsando mujeres hacia roles de alta dirección
"Ninguna de nosotras ha llegado sola. Nos paramos sobre los hombros de mujeres que abrieron el camino." - Gloria Steinem.
El mundo corporativo y el camino hacia el liderazgo no son un tema fácil, en la mayor parte del trayecto nos encontramos con obstáculos invisibles, ya que para lograr crecer como profesionista no solo se trata de nuestras habilidades y capacidades, sino de superar barreras internas y externas que nos ponen a prueba día con día. Sin embargo, este camino no tiene por que ser una lucha solitaria. Como mujeres, debemos crear espacios de sororidad y apoyo mutuo, así como fomentar ambientes inclusivos tanto dentro del mundo corporativo como en nuestra vida diaria.
Es importante recordar que los fracasos no son el fin del camino, más bien, son grandes oportunidades de aprendizaje. Cada vez que caemos, cada vez que nos enfrentamos a un reto grande o pequeño, tenemos la posibilidad de levantarnos más fuertes, con mayor certeza del camino que queremos tomar y con la determinación de seguir adelante. La autoconfianza y la resiliencia son habilidades que no solo se desarrollan en solitario, sino que se nutren en la interacción con otras mujeres que, al igual que nosotras, están decididas a crecer y superarse.
Al pasar de los años, los ambientes corporativos han sido moldeados en función de una perspectiva masculina. Para una mujer desarrollarse en ese entorno es un tema retador y lleno de inseguridades. Lo cierto es que no necesitamos adaptarnos a un molde preestablecido, por lo que es necesario romper esos moldes y crear los nuestros. La cultura en las empresas debe evolucionar para de esta manera abrir la puerta a nuevas formas de liderazgo, donde nosotras como mujeres podamos desenvolvernos auténticamente, sin miedo, sin dudas, y, sobre todo, sin la necesidad de justificar o demostrar que somos merecedoras del puesto en el que nos encontramos.
El camino hacia el liderazgo está lleno de obstáculos y es justo a través de estos que dejamos huella. Al fomentar un ambiente de sororidad y empoderamiento, tenemos la oportunidad de crecer no solo profesionalmente, sino también en lo personal. Superando los obstáculos y con un camino en la mente mejor definido, nos damos cuenta que somos capaces de vencer cualquier adversidad que se nos presente.
De acuerdo con el artículo publicado por Grant Thornton sobre Mujeres Directivas en lo que va del año 2024, las empresas están comenzando a implementar prácticas laborales inclusivas que favorecen el avance profesional de las mujeres. La adopción de políticas proactivas ha contribuido a un aumento en la presencia de mujeres en puestos de alta dirección, pasando de un 32.4 % a un 33.5 % a nivel mundial entre los años 2023 y 2024. En el contexto especifico en México; las mujeres ocupamos el 36% de los puestos de alta dirección en corporativos nacionales e internacionales, sin embargo, los números siguen siendo bajos, y aún queda mucho trabajo por hacer. En este sentido, el compromiso de las empresas con la inclusión no puede ser superficial ni ocasional, sino parte integral de su cultura(1).
La firma a la que pertenecemos ha trabajado arduamente para estar a la vanguardia de temas de inclusión de género. Esto ha permitido que cada una de nosotras pueda armonizar nuestras metas profesionales con las personales y familiares, creando un balance que nos impulsa a alcanzar roles de alta dirección y avanzar con confianza.
El seguimiento de datos sobre diversidad y la creación de métricas claras son esenciales para asegurar que más mujeres puedan ocupar posiciones de liderazgo. A medida que las organizaciones se comprometen con estos procesos, se genera un cambio cultural que favorece la igualdad y la inclusión. La verdadera inclusión laboral comienza cuando las empresas implementan estrategias sostenibles que apoyen el desarrollo profesional de las mujeres en cada etapa de su carrera, fomentando iniciativas como programas de mentoría, redes de apoyo y eventos de integración, permitiendo a las profesionistas compartir experiencias, conocimientos y oportunidades, para de esta manera lograr sus metas y aspiraciones. La motivación personal se cultiva cuando nos rodeamos de otras que nos impulsan a seguir adelante, que nos muestran que nuestros desafíos son compartidos y que podemos superarlos juntas.
El empoderamiento en las mujeres no es solo una cuestión de políticas laborales, sino de un cambio interno, de una transformación personal. Cada mujer tiene el poder de forjar su camino, de luchar por sus sueños, de levantarse después de cada caída y seguir persiguiendo sus metas sin importar los obstáculos que esto conlleve. Por lo que el esfuerzo personal es sin duda necesario para lograr el crecimiento dentro de una organización.
Este camino es para nosotras, que cada día elegimos avanzar para cumplir nuestras metas y aspiraciones, que enfrentamos cada reto con una firme convicción en nuestro potencial y que construimos no solo nuestro propio éxito, sino un entorno inclusivo y lleno de oportunidades para todas.
La autoconfianza y la resiliencia son más que cualidades; son motores de cambio en nuestras vidas y en la de quienes nos rodean. Al cultivar estas fortalezas, no solo estamos asegurando nuestro éxito, sino también demostrando que el liderazgo es, ante todo, una actitud.
Referencia:
(1) Grant Thornton. "Mujeres en los negocios 2024." Última modificación marzo de 2024. https://www.grantthornton.mx/novedades/articulos-y-publicaciones/mujeres-directivas-2024/.
*El contenido de este artículo es publicado bajo la responsabilidad de sus autoras y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.