Al estudiar la carrera de derecho en México, normalmente comenzamos a trabajar desde muy jóvenes. Esto provoca que desde el inicio de nuestra carrera estemos expuestas a enfrentar situaciones muy complejas que pueden tener mucho impacto en nuestro futuro, tanto en nuestra vida profesional como en la percepción de nosotras mismas.
Por otro lado, especialmente al ser mujeres en una industria que todavía tiene una fuerte cultura machista, existen retos adicionales que se nos presentan y ante los cuales debemos estar preparadas para poder enfrentarlos. Es por eso que queremos compartir algunas herramientas y consejos que consideramos importantes desarrollar y tener en cuenta desde el inicio de nuestra vida laboral.
- Identificar y romper barreras mentales.
Las barreras mentales se van creando desde la infancia por el simple hecho de participar en entornos con normas sociales. Al irse acumulando, estas barreras terminan por estorbarnos y limitarnos sin darnos cuenta. Esto puede reflejarse de muchas maneras: pesimismo, no poner límites, no sentirnos suficiente (síndrome de la impostora), autocrítica desmedida/perfeccionismo, tendencia a cumplir estereotipos (ya sea físicos o sociales).
Hay que recordarnos seguido que: no todo sale mal siempre, es importante manejar tu tiempo y aprender a decir que no, has llegado a donde estás por una razón, puedes expresar tus necesidades (perder el miedo al no), puedes negociar tus condiciones laborales, el perfeccionismo no es una práctica positiva y limita tu crecimiento, no te compares, no deber ser de cierta forma ni parecerte a nadie para llegar a donde quieres llegar, las mujeres sí sabemos trabajar juntas y no somos enemigas.
Considerando que la industria legal es lo suficientemente competitiva y retadora, tener nuestra mente en contra puede tener mayores consecuencias en nuestras acciones de lo que imaginamos.
Desde el inicio de nuestra carrera es importante hacer un esfuerzo para identificar qué barreras se manifiestan en nuestro día a día para poder trabajar en ellas y reemplazarlas por herramientas positivas que nos ayuden a crecer.
La autocompasión y el autoconocimiento son dos herramientas clave para empezar a romper nuestras barreras mentales.
2. Pedir Feedback.
En complemento al primer consejo, el acceder a la retroalimentación de un tercero con una percepción neutra (diferente de la autocrítica) puede tener mucho valor e impacto en nuestra carrera.
Y, ¿por qué pedirlo? Lamentablemente hasta en la retroalimentación existen barreras de género. En una industria masculina, muchas veces es necesario pedir feedback para recibirlo. Incluso pidiéndolo, es probable que sea genérico (limitando un recurso importante para nuestro crecimiento) y más positivo que a un hombre (les da miedo que lloremos por todo o seamos dramáticas).
Pedir la retroalimentación a una persona que consideremos apropiada es clave -neutral, con visibilidad a nuestro desempeño, con conocimiento del tema-. El feedback no solo puede venir de personas con puestos superiores, sino de cualquier persona con la que trabajemos.
Recuerda que con el feedback estamos buscando un intercambio de información, por lo que saber escuchar y hacer las preguntas correctas es muy importante para una comprensión eficaz.
Tenemos que hacer caso omiso al miedo y la incomodidad, estando listas para recibir consejos o críticas constructivas que nos ayuden a crecer y potenciar nuestra vida profesional.
3. Mentoría.
Nuestro último consejo es buscar mentoría (cuanto antes mejor). Como comentamos al inicio, a veces comenzamos nuestra vida profesional a corta edad y contar con mentoría nos puede ayudar a alcanzar nuestros objetivos laborales.
La mentoría no es una excepción con retos asociados al género o la edad. Muchas veces la mentoría entre hombres pueda ser “natural” y no es así con la mujeres. Desafortunadamente sigue existiendo una brecha de género en las posiciones de liderazgo, por lo que buscar mentoras puede resultar más difícil. Nada de esto debe limitarnos a buscar mentoría.
Buscar mentoría requiere determinación para hacerlo, ya sea buscando alguien en tu entorno que consideres una referencia/inspiración (sin importar el género) o mediante programas de mentoría.
Es importante que para lograr un espacio de crecimiento, consideres que la mentoría conlleva responsabilidades como consistencia, compromiso, respeto, confiabilidad y disposición. Estos procesos pueden ser bastante complejos, por lo que llevarlo de una forma responsable puede potenciar habilidades personales y profesionales.
Referencias:
https://cl.cobar.org/departments/the-insidiousness-of-perfectionism
https://globalwomen.org.nz/news/unconscious-gender-biases-feedback-2/;
https://theglasshammer.com/2014/10/men-avoid-giving-feedback-to-women-what-you-can-do-about-it/
https://hbr.org/2023/01/women-get-nicer-feedback-and-it-holds-them-back;
Un gran ejemplo es el Programa de Mentorías de Abogadas MX https://www.abogadasmx.org.mx/programa-de-mentoria-2019/#:~:text=El%20Programa%20de%20Mentor%C3%ADa%20constituye,desarrollo%20de%20su%20carrera%20profesional
Acerca de las autoras:
Claudia Ramos es es egresada de la Universidad Panamericana. Actualmente es asociada en la oficina de Mayer Brown en la Ciudad de México. Claudia enfoca su práctica en asesorar a compañías globales, principalmente de la industria energética y financiera. Su experiencia se centra desde transaccional y asesoría regulatoria hasta en procedimientos alternativos de resolución de disputas.
Regina Fajardo es asociada en la oficina de Mayer Brown en la Ciudad de México. Regina enfoca su práctica en el asesoramiento de empresas públicas y privadas en México y Estados Unidos en todo tipo de financiamientos, así como en la estructuración de proyectos de infraestructura con un particular énfasis en el sector energético Su práctica abarca una amplia gama de industrias, incluyendo hostelería, infraestructuras, aviación, transporte y energía.
*Este artículo es publicado bajo la responsabilidad exclusiva de sus autoras y no necesariamente refleja la posición de Abogadas MX.